Técnicas para la nutrición de las plantas

en agricultura ecológica

Dentro de los abonos orgánicos encontramos desde el estiércol hasta los compostados con residuos vegetales. El compost es un proceso de fermentación de residuos orgánicos llevada a cabo por microorganismos en presencia de oxígeno. Para elaborar un buen compost se deben tener en cuenta factores como la humedad, la aireación y la proporción entre el carbono y el nitrógeno.

En cuanto a los abonos verdes, éstos son algunas plantas (como trébol rojo, lenteja, guisante, centeno…) que se siembran para que incorporen materia orgánica y nutrientes directamente al suelo de cultivo. Los abonos verdes pueden ser cubiertas vegetales y entre sus beneficios se encuentra la capacidad que tienen de reducir la pérdida de nutrientes por lixiviación, que protegen al suelo de la erosión y que aumentan la penetración del agua en el suelo.

Los residuos de cosecha son muy útiles para proteger el suelo y para aumentar el humus que hay en éste, mejorando sus características y en especial su fertilidad. Se utilizan dejándolos de manera superficial en el suelo de cultivo. Como suelen tener un bajo contenido en nitrógeno, se pueden combinar con los abonos verdes.

Con la aplicación de las rotaciones de cultivos estaremos consiguiendo diferentes tipos de beneficios, como por ejemplo mejorar el rendimiento de los suelos, incrementar los aportes de nitrógeno de la tierra, mejorar la estructura del suelo, controlar el desarrollo de adventicias o plantas espontáneas no deseadas, reducir la incidencia de plagas y enfermedades, aumentar la presencia de microorganismos beneficiosos, etc.

Fuente: Ecoagricultor